183 · ¿Bienvenidos? (Digital)

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Tener que salir de tu país es sufrir. “Hay un sufrimiento profundo que no se agota en su vertiente económica: tu corazón está dividido, estás aquí y allá.” Sí, la cuestión migratoria nos muestra una realidad de la que solo podemos captar su profundidad si la hemos vivido en primera persona.

Es un fenómeno global con retos que también son locales y en este número nos planteamos algunas preguntas de fondo que no forman parte del catálogo mediático: ¿por qué hablamos de refugiados cuando, demasiado a menudo, lo que les ofrecemos no es ni siquiera un refugio? ¿no sería más preciso denominarlos expulsados? Y también, “¿por qué hablamos de trámites legales cuando, en ocasiones, más bien parecen trampas burocráticas? ¿Y las fronteras? ¿Necesitamos estas fronteras tal y como lo damos por supuesto?

En este tema, y en muchos otros, será necesario un cambio de mentalidad, una especie de reset interior, profundo, personal y colectivo para avanzar en humanidad, o, tal vez, mejor dicho, para volver a nuestros orígenes, a nuestras raíces más humanas.

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