Clara trabajaba en una ONG en Barcelona diseñando páginas webs y como fotógrafa. Un día sin previo aviso la echan porque padece fibromialgia. Así de cruel, así de sorprendente. Entonces se fue a Nepal. Comenzó ofreciendo talleres de fotografía creativa en escuelas nepalíes. El objetivo era llevar el arte a lugares extremos y que los niños conocieran la fotografía. Aquí la web de este proyecto.

Un día llegó al oeste de Nepal. Se topó con una realidad impactante, y así me lo cuenta ella.

Yo llegué con el proyecto de fotografía creativa y cuando llegué había solo niñas. Cuando las niñas querían hacer una fotografía concreta el profesor les pegaba una bofetada si la fotografía no coincidía con lo que él quería que fotografiasen. La vida de la mujer era de lo más duro que había visto en mi vida. Las niñas a las cuatro de la mañana están trabajando en el campo, luego van a la escuela, las que tienen suerte que las dejen ir. Cuando vuelven de la escuela otra vez a trabajar.

Me revelé totalmente y aquel fue un momento de inflexión en el que me pregunté ¿qué pasa en este rincón del país? Hablé con el doctor que me había recomendado ir a trabajar a aquella zona y me contó que en esa región se suicidaban 6 mujeres cada mes.

Me sentí interpelada. La realidad era demasiado dura. Sus maridos viven en la India. Vuelven una o dos veces al año. Ellas quedan embarazadas hasta de 9 hijos… y no tienen como salir adelante.

Me impactó sobremanera la costumbre del Chhaupadi. Consiste en aislarlas durante su período menstrual porque se consideran impuras. Por lo tanto ellas no pueden no pueden tener contacto con nada ni nadie. No se pueden tapar con mantas en invierno porque las ensucian y como tampoco pueden tocar el agua no pueden lavarse. Esos días incluso duermen en una choza fuera de la casa. Pero tienen que continuar trabajando

Sentí que ante esta realidad no podía continuar solo con fotografía creativa. En noviembre del 2015 me lo replanteé todo y así convertí la Fotografía Creativa en Participativa. No entendía cómo podía ayudarlas, dado que esta costumbre es cultural. Continué investigando para entender de dónde venía esta costumbre y así poder ponerme en el lugar de éstas mujeres. Descubrí entonces que se originó porque las mujeres durante la menstruación iban sucias, así que si ese era el origen con la copa menstrual se podría solucionar

No podía decirles que el Chhaupadi estaba mal pero ellas podían llegar a la conclusión mediante la educación de que la menstruación no es algo de los dioses y descubrir que en otros sitios del mundo no se hacía el Chhaupadi. El tiempo me ha dado la razón y el Chhaupadi se está reduciendo en esta zona concreta.

¿Y qué sienten ellas exactamente?

Ellas realmente creen que se merecen aislarse porque están sucias, pero con la copa menstrual no tienen esta sensación de estar sucias. Nosotros no hemos intervenido en la creencia de que la mujer cuando sangra es impura. Ellas ahora saben que la menstruación es algo natural. Hemos hecho cursos con niñas y niños, también con mujeres y este próximo año añadiremos a los hombres.

¿Cómo es vuestra metodología?

Nosotros nos limitamos a informarles que el cuerpo se prepara cada ciclo para tener un bebé, como no hay bebé el cuerpo debe desechar entonces esos tejidos y volver a prepararse otra vez. Siempre evitamos palabras como suciedad, impureza, incluso la palabra Chhaupadi. Llegamos a las escuelas diciendo que vamos a realizar un taller de fotografía y salud menstrual, no usamos el término de higiene menstrual, porque sería admitir que están sucias. A partir de ahí les damos las cámaras y les enseñamos en lo que consiste la menstruación. Y les decimos que hagan fotos de las cosas que no les gustan cuando están menstruando y de aquellas cosas que les gustaría cambiar. Cuando regresan las fotos que toman son de las cabañas donde están recluidas durante la menstruación, los puentes que no pueden cruzar, las verduras y frutas que no pueden tocar. Entonces al ver las fotos siempre “nos sorprendemos” y les preguntamos y esto ¿qué es?, ¿no puedes cruzar el puente?  ¿Has de ir a dormir a la cabaña?  En este contar comienzan entonces a reflexionar. También les ofrecemos un tallercito en el que le contamos como viven la menstruación en otras partes del mundo, les contamos de mujeres que lo viven incluso peor que ellas y como otras culturas veneran a las mujeres durante la regla.

Es en este contexto en el que ellas expresan su deseo de poder cambiar las cosas. Ahí es cuando les hacemos ver que ese cambio depende de ellas y que pueden hacerlo. Es justamente en este diálogo en el que conseguimos que reflexionen al respecto y se planteen un cambio. Al acabar el taller, les regalamos un pequeño cubo metálico, y la copa menstrual. El cubo es metálico para que puedan luego esterilizar la copa hirviendo el agua.

Clara lleva su proyecto al oeste de Katmandu, es una zona remota a la que se accede luego de cuatro días de viaje en bus y luego caminando. En estas zonas no llega prácticamente ningún tipo de ayuda salvo la de esta “loca linda” Clara.

¿Clara que me dices sobre el conflicto?

El conflicto no se puede evitar. Siempre existirá. Debemos encontrar la manera de convertir ese conflicto en algo bueno.  La energía que genera ese conflicto utilizarla para convertirlo en una reflexión y en un cambio con todas las personas implicadas. Sí que se puede cambiar el mundo, cada vez una cosita, no quieras cambiarlo de golpe. Ayuda una persona, haz algo bueno hoy. Podemos influir en muchas pequeñas cosas, todo suma.


Clara estará hasta febrero en Barcelona y luego ya volverá a Nepal. En abril irá a la zona donde se está realizando el proyecto el cual se pretende extender también a los hombres.

Desde luego que puedes colaborar con Be Artsy de manera económica, profesional y también compartiendo este proyecto en tus redes sociales.

Me despido de Clara, ella siempre sonriente, siempre valiente, siempre creyendo que el mundo se puede cambiar y desde luego lo está cambiando.

 

Acerca del autor

Fotógrafa a Raquel Banchio Fotografía Vivencial | Web | Más artículos

Fotógrafa Vivencial desde 2014. Colabora en Ciutat Nova con la sección de Historias Vivas y la imagen visual de la revista.

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