La Asociación Viktor E. Frankl de Valencia
Tras afrontar sus propias pérdidas, ya de joven, José Luis decidió encaminar su vida a aliviar el sufrimiento. A su oficio de oncólogo le añadió la vocación por la logoterapia a través de la asociación Viktor E. Frankl de Valencia que fundó hace más de 20 años.
“Soy médico oncólogo, con 38 años de experiencia, y el acompañamiento al final de la vida forma parte de mi trabajo cotidiano con pacientes de cáncer, al igual que el duelo anticipado de los familiares ante la muerte cercana. Al iniciar los estudios de medicina deseaba investigar sobre el cáncer en el laboratorio, para descubrir una cura. Cuando estaba en tercer curso mi madre falleció de muerte súbita, y seis meses más tarde la hermana de mi novia moría por cáncer con 25 años. El sufrimiento que provocaron estas experiencias cambió el rumbo de mi vida, pues no encontraba respuestas en el laboratorio. Decidí dedicarme a tratar pacientes, a la medicina clínica, dando algo más que quimioterapia o radioterapia, mirando de frente al sufrimiento y la muerte para tratar de encontrar un sentido.
No encontraba respuestas en el laboratorio
Carlos era mi paciente y le traté de cáncer, creando una relación personal con él y su familia. Cuando la enfermedad llegó a su fase final pude acompañarles y ayudarles a aceptar lo inevitable, evitar la angustia y completar esta experiencia con serenidad. Su cuñado, psicólogo, valoró mi forma de tratarles y me invitó a constituir, junto a otros profesionales, la Asociación Viktor E. Frankl, “para el apoyo emocional y la búsqueda de sentido en la enfermedad, el sufrimiento y ante la muerte”. Tomamos el nombre del psiquiatra vienés que estuvo en varios campos de concentración y escribió el libro El hombre en busca de sentido, donde explica la logoterapia o terapia de sentido.
Frankl afirma que, ante cualquier situación en la vida, por dura que sea, es posible encontrar siempre un sentido. Y comprobó que se nos puede arrebatar todo, la salud, las posesiones, el trabajo, la libertad, pero nadie me puede quitar la decisión de qué actitud escojo para vivir esta adversidad. Estos principios nos parecieron la razón de ser de la nueva asociación, pues ante el sufrimiento y la proximidad de la muerte solo queda afrontarlo con la actitud adecuada, de lucha mientras se puede cambiar algo, de aceptación, no resignación, cuando el sufrimiento es inevitable.
Iniciamos cursos, charlas, y conferencias para aprender unos de otros y profundizar en la formación del acompañamiento y el duelo. Pero casi desde el inicio algunas personas nos pedían ayuda por alguna pérdida vital importante, por lo que comenzamos a hacer asistencia de orientación para afrontar el sufrimiento y el duelo. Poco a poco surgieron talleres de autoayuda por pérdida de un ser querido, de mindfulness, de familiares de pacientes con cáncer… Hemos celebrado ya 20 años de existencia y hemos acogido, escuchado y acompañado a miles de personas, invitándolas a elegir su actitud ante lo inevitable, a vivir el nuevo presente, comenzar a reconstruir la nueva historia, transformar y trascender su sufrimiento, buscar un sentido e ir más allá.
Conchín perdió a su hijo en un accidente de tráfico. Acudió a los talleres de duelo de nuestra asociación y cuenta que “hablamos mi marido y yo con serenidad y nos preguntamos cómo hubiera querido nuestro hijo que estuviéramos y viviéramos la vida, así que nos pusimos a aplicarlo… no siento odio ni rabia, he ido aprendiendo a aceptar que éste es mi camino”. Conchín se ha convertido hoy en una de las voluntarias que atiende a quien viene a la sede de la asociación o llama por teléfono. Una forma de transformar y trascender su pérdida para bien de muchas otras personas.
La asociación Viktor E. Frankl de Valencia, sin ánimo de lucro, cuenta con unas 50 personas voluntarias que dedican su tiempo libre a escuchar y orientar no solo en duelo por muerte de un ser querido, o enfermedad grave, sino ante cualquier pérdida, por ruptura familiar, pérdida de trabajo o proyecto vital, para ayudar a superar el vacío existencial. Ha sido declarada de utilidad pública, y en 2020 recibió el premio a la excelencia profesional. Colaboramos con otras asociaciones y personas expertas en logoterapia de España y de otros países, creando una red de personas que tratamos de encontrar sentido en nuestra vida ayudando a otros a recuperarlo en las adversidades.
Afrontar mis propias pérdidas cuando tenía 20 años creo que motivó el sentido de mi vida encaminada a aliviar el sufrimiento, sin olvidar la parte científica, pues tratamos de ofrecer la mejor atención oncológica y nuestro hospital es referente y motivo de esperanza. Pero también porque la parte humana y emocional se cuida dando una atención a cada persona como única e irrepetible, algo que la sociedad actual y la medicina tecnológica olvida tratando de escapar del dolor y de la incomprensión de la muerte. Por ello también formo parte de la Asociación Humanidad Nueva, con la que hemos organizado simposios, seminarios, charlas y cinco congresos para una sanidad centrada en las personas, la relación y comunicación con pacientes, familiares y profesionales. Y sobre el final de la vida, cuando la enfermedad o la vejez nos acercan a la pérdida definitiva, que todos afrontaremos.
Llenar la vida de significado es decisión y tarea de cada uno
Esa consciencia de caducidad, ese duelo anticipado por la pérdida que ocurrirá puede encerrarnos en la depresión o la angustia. Sin embargo, con la ayuda, amor y cuidado de personas cercanas, profesionales o voluntarias, familiares o amigos, todo sufrimiento puede cambiar al dar un sentido a la vida ya vivida, con sus momentos valiosos que nadie podrá ya hacer desaparecer; y a la vida breve que aun queda por vivir, y que puede ser aun más valiosa, pues es momento de decirse lo esencial, y centrarse en el amor de los seres queridos, que permanece más allá del tiempo y el espacio. Un sentido que la vida contiene precisamente porque existe un punto final. Llenarla de significado cada día es decisión y tarea de cada uno.
Jose Luis Guinot Rodríguez es médico oncólogo en la Fundación Instituto Valenciano de Oncología (IVO), presidente de la Asociación Viktor E. Frankl y coordinador en Valencia de la Asociación Humanidad Nueva. Ha escrito libros de autoayuda: Entre el miedo y la esperanza, la experiencia de afrontar un cáncer, Al final de este viaje, buscando un sentido a la vida, De la angustia a la serenidad: acompañando al paciente con cáncer, Más allá del dolor: transformar y trascender el sufrimiento.
Este artículo ha sido publicado en el número 192 de la revista Ciutat Nova: Morir: el arte de vivir
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